De EPC:
Si se les metiese en la cabeza que bajo las terminales ha de haber cercanías, metro, AVE y largo recorrido, a la vez que trenes regionales y lanzaderas de alta velocidad que conectasen en el caso de BCN, el aeropuerto de El Prat con los de Reus y Girona, la cosa no sería tan pésima. Y si se les metiese en la cabeza que hace falta más espacio terminal, más mostradores de facturación, más agilidad y que la 3ª pista tendría que haber ido más hacia el mar... o una cuarta pista... o una disposición como la actual pero con cuatro pistas paralelas 2 a 2, dos metidas en el mar y las otras dos tierra adentro, simliar a la disposición de París CDG o de Los Ángeles-LAX.La lentitud de los aeropuertos da al AVE una ventaja adicional
• Spanair pide que se reduzcan los tiempos de embarque y en pistas para plantar cara al tren
• El presidente de la aerolínea cree que la falta de agilidad hace perder 80 minutos en cada vuelo
SALVADOR SABRIÀ / BARCELONA
MANUEL VILASERÓ / MADRID
El AVE a Barcelona se acerca y cada compañía área prepara su propia ofensiva para conservar la porción de un pastel más que suculento compuesto por más de cinco millones de viajeros al año. Algunas aerolíneas, como Spanair, que mantiene 52 vuelos diarios entre Barcelona y Madrid, consideran imprescindible que el ente gestor de los aeropuertos, AENA, se ponga las pilas y agilice las operaciones de tierra para acortar los tiempos de viaje entre las dos capitales. De las casi tres horas que muchas veces emplea un viajero entre El Prat y Barajas, solo una tercera parte las pasa en el aire, y eso dará una gran ventaja adicional al AVE.
"Cuando un medio de transporte que en el mejor de los supuestos puede ir a 350 kilómetros por hora tiene que competir con otro cuya velocidad de crucero supera los 900, muy mal tienen que hacerlo los responsables de las compañías y de los aeropuertos para que en el aspecto de la velocidad gane el de 350". El autor de esta reflexión es Gonzalo Pascual, presidente de Spanair, quien cree que, desgraciadamente, en estos momentos "las cosas se están haciendo muy mal".
"No tiene sentido que tardes 55 minutos en el vuelo y tengas que perder una hora antes y otra después dentro de los aeropuertos". Pascual considera que estos tiempos podrían reducirse a un máximo de 20 minutos antes de despegar y 20 después de aterrizar. "Contra una hora y 40 minutos no puede competir ningún tren por mucho que vaya a 350 kilómetros por hora", asevera.
LA ASIGNATURA PENDIENTE
El presidente de Spanair cree que "esta es la gran asignatura pendiente" y advierte de que en este tema está el futuro de todos, "no solo de las aerolíneas, también del uso adecuado de infraestructuras en las que se ha invertido mucho dinero".
Su aerolínea es una de las que puede resultar más perjudicadas por la lentitud en la operación de los aeropuertos españoles. Su gran rival en el enlace con Madrid, Iberia, goza en su puente aéreo de algunas ventajas adicionales. No hay que llegar con antelación. Se puede llegar y volar, aunque, una vez superada la
facturación, los problemas son comunes: controles policiales exhaustivos, colas de aviones en las pistas, grandes distancias entre estas y saturación del espacio aéreo.
Muchos de estos factores son los que hacen que Barajas y El Prat sigan a la cabeza del ranking de las instalaciones responsables de más retrasos. En el balance del año 2006 efectuado por la Asociación Europea de Aerolíneas (AEA), Barajas sube del quinto al segundo lugar de esta negativa clasificación. El 31,9% de los vuelos operados en el aeropuerto de Madrid por las 29 compañías que integran la asociación se demoraron más de 15 minutos. El Prat ostenta también el dudoso honor de subir del sexto al quinto puesto, con el 27,2% de sus salidas retrasadas.
Estos y otros datos hacen pensar a Gonzalo Pascual que todo viaje que pase de 500 kilómetros en tren está al límite de competir con el avión, siempre que se agilice el uso del aeropuerto. Asegura, además, que el hombre de empresa, que es el que usa mayoritariamente el puente aéreo, tanto el de Spanair como el de Iberia, necesita rapidez y frecuencia aunque le salga más caro. Otra cosa, advierte, es la comparación de la comodidad o las medidas de seguridad entre los dos medios de transporte, en los que el tren puede ganar al avión, reconoce Pascual.
El presidente de Spanair considera que, en cualquier caso, y en una hipótesis pesimista, su compañía perderá como mucho el 30% de su puente aéreo. Como primera medida, cuando el AVE llegue a Barcelona, Spanair tiene previsto pasar de 52 vuelos a 45. Aunque también vinculó el mantenimiento de la oferta a la posibilidad de que su alianza de compañías aéreas, Star Alliance, se pueda ubicar en la futura terminal sur (T-Sur): "Si podemos conseguir la T-Sur y convertirla en hub, el uso del avión para el trayecto Madrid-Barcelona para conectar desde El Prat con otro vuelo será más cómodo".
La previsiones adelantadas por Iberia la pasada semana son más pesimistas, o más realistas, según se mire. Teme perder el 50% de su puente aéreo y reducirá el tamaño de los aviones para poder competir. Los estudios comparativos con otros países concluyen que cuando un viaje en tren dura al entorno dos horas y media, el AVE se come, como mínimo, tres cuartas parte del pastel.
Pero como no...
Saludos,
Sergio
