De La Vanguardia:
Renfe no entrega al juez las filmaciones de seguridad de la estación de Sants porque dice que las cámaras no graban.



Un juzgado de Barcelona investiga el caso de un menor que habría sido agredido por un vigilante
08/02/2007 | Actualizada a las 20:00h
Barcelona. (EFE).- La compañía Renfe ha denegado las imágenes de sus cámaras de seguridad que le pidió un juzgado que investiga la supuesta agresión de un guarda jurado a un menor de edad que viajaba sin billete en la estación de Sants de Barcelona, alegando que no filman, porque sólo son de vigilancia.
Las cintas de vídeo fueron solicitadas a Renfe en una providencia dictada por el juzgado de instrucción número 25 de Barcelona, a raíz de la denuncia presentada el pasado mes de septiembre por un menor al que presuntamente un vigilante pegó dos puñetazos en la cara y le arrancó un "piercing" de la oreja.
El vigilante de seguridad, a su vez, ha presentado otra denuncia en la que asegura que se limitó a expedir la correspondiente multa al menor por viajar sin billete, y acusa al padre de éste de haberle amenazado e insultado después del incidente, ocurrido el pasado 10 de septiembre en la estación de Sants de Barcelona.
Pese a que la agresión al menor, de 16 años, sucedió supuestamente frente a los mostradores de información de la estación, el juzgado pidió a Renfe las cintas de vídeo grabadas entre las 6.00 y las 13.00 horas del día de los hechos, sin especificar ninguna zona concreta.
En su respuesta al juzgado, la compañía ferroviaria asegura que, "según la información facilitada por los servicios de Renfe-Operadora las cámaras de que disponemos en Barcelona-Sants no graban, son sólo de vigilancia".
El abogado del menor, José Manuel Gómez, ha cuestionado la veracidad de la respuesta de Renfe puesto que, por razones de orden público, sus cámaras deberían filmar todos los movimientos que se producen dentro de una estación, por tratarse de un recinto estratégico desde el punto de vista de la seguridad.
El letrado recuerda, además, que las filmaciones de las cámaras de seguridad han servido para aclarar las circunstancias de numerosos delitos y que, por ejemplo, registraron algunas de las imágenes que se conservan del trágico atentado del 11 de marzo en Madrid.
En la denuncia que presentó ante los Mossos d'Esquadra, acompañada de un parte de asistencia médica, el joven explicó que un vigilante de seguridad le pidió el DNI con la amenaza de "partirle la cara" y que, después de que se marchara tras entregarle el documento, apareció otro guarda que le pegó dos puñetazos.
Sin embargo, según José Manuel Gómez, cuando el joven acudió a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de la estación de Renfe para interponer una denuncia, los agentes no quisieron atenderle, lo que, a juicio de su letrado, supone denegación de auxilio a un menor.
Una vez el joven, acompañado por su padre, interpuso la denuncia por la agresión, la policía autonómica identificó al primer vigilante de seguridad que intervino en el incidente, y que a su vez acusó al menor de amenazas, pero no al presunto autor de la agresión, añade Gómez.
A instancias del abogado del menor, el juzgado ha requerido a Segurisa, una de las empresas de seguridad de la estación de Sants, que le facilite la identidad del otro vigilante de metro que intervino en los hechos denunciados, pero la compañía ha contestado que no participó en ellos ningún empleado más.